Examen básico de ley que incluye: temas, estructura y consejos

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En 2025, preparar y aprobar la evaluación inicial de normativa argentina es clave para quienes buscan desempeñarse en el ámbito jurídico y administrativo del país. Este artículo ofrece una guía detallada sobre los contenidos, la configuración de la prueba y las mejores estrategias de estudio. A lo largo del texto vas a encontrar consejos prácticos, información actualizada según la legislación vigente y recomendaciones para enfrentar con confianza este desafío.

Aspectos esenciales del temario

Cuando hablamos de la prueba fundamental de legislación que suelen presentar organismos estatales y entidades públicas en Argentina, resulta indispensable conocer con precisión los ejes temáticos que conforman el plan de evaluación. En este apartado respondemos puntualmente: ¿qué incluye el examen inicial de normativa? Básicamente, se abordan los fundamentos de la Constitución Nacional y su reforma, derecho administrativo, derecho civil y comercial, derecho procesal, y normas de ética y conducta pública.

Referente a la Constitución Nacional, se espera que el postulante maneje la estructura de derechos y garantías, principales artículos y principios fundamentales como la supremacía constitucional y la separación de poderes. Además, es habitual que se planteen preguntas sobre tratados internacionales incorporados y su jerarquía frente a la ley.

En materia de Derecho Administrativo, el foco gira en torno a los conceptos de acto administrativo, procedimiento, control judicial de la administración, responsabilidad del Estado y procesos de contratación pública. También se evalúan nociones sobre recursos administrativos y plazos de impugnación.

La sección de Derecho Civil y Comercial comprende temas como obligaciones y contratos, propiedad y posesión, sociedades, sucesiones y responsabilidad contractual. Es posible que se pidan ejemplos prácticos para demostrar la aplicación de normas civiles en casos cotidianos.

Otro bloque clave es el Derecho Procesal, donde se analizan las etapas del proceso judicial, pruebas, recursos, principios procesales y plazos. En algunas convocatorias, se profundiza en jurisdicción y competencia, además de las particularidades de los fueros nacionales, provinciales y federales.

Por último, el temario exige ciertos conocimientos sobre Ética y Conducta Pública. Aquí se incluyen la Ley de Ética Pública (Ley 25.188), las normas de conflicto de intereses y la obligación de declarar bienes, junto con principios como la transparencia y la buena administración. Tener claros estos puntos es esencial para superar la evaluación con éxito.

Estructura y formato del examen

La configuración del examen puede variar según la jurisdicción o el organismo que convoca, aunque comparten características centrales. En general, el formato contempla preguntas de selección múltiple, desarrollo corto y, en algunos casos, un caso práctico o ensayo.

Una parte importante está dedicada a la opción múltiple, donde se presentan entre 30 y 50 ítems que abordan definiciones, artículos de la Constitución y normativas específicas. Este segmento exige rapidez y precisión. A continuación, la sección de desarrollo suele incluir de 3 a 5 preguntas abiertas, con extensión de entre 10 y 20 líneas, donde se evalúa la capacidad de argumentación y la correcta cita de artículos.

  • Selección múltiple: Ítems con cuatro alternativas, se puntúa 1 por acierto y 0 por error.
  • Preguntas abiertas: Ejigen explicaciones breves, fundamentadas con normas y jurisprudencia.
  • Caso práctico (cuando lo hay): Planteo de un supuesto real o hipotético para resolver conforme a derecho.

El tiempo total asignado suele ser de 120 a 180 minutos. Es fundamental conocer la distribución horaria: por ejemplo, dedicar 60 minutos a los ítems de opción múltiple, 60 minutos al desarrollo y, si corresponde, 30 minutos para el caso práctico. Esto permite optimizar la administración del tiempo y reducir la ansiedad.

Otro elemento a considerar es el puntaje mínimo requerido para aprobar. Muchas veces se solicita un 70% de aciertos en la sección de selección múltiple y un nivel satisfactorio en las respuestas abiertas. Antes de la prueba, es aconsejable revisar las bases del llamado para conocer estos parámetros.

En cuanto al formato físico o virtual, en 2025 varios organismos optan por plataformas online, donde el/la aspirante responde en un entorno web controlado. Sin embargo, es común también el examen presencial con papel y lápiz. Conocer el formato preventivamente permite practicar en condiciones similares y evitar sorpresas logísticas.

Recomendaciones para una preparación efectiva

Para rendir con solidez la evaluación inicial de normativa argentina, no alcanza con leer superficiales resúmenes. La clave es profundizar en cada materia y ejercitar constantemente la aplicación práctica de los conceptos.

  • Elaborá un cronograma de estudio: Distribuí los contenidos por semanas y asigná bloques de repaso. Incluí momentos para repasar apuntes, resolver test y hacer simulacros.
  • Utilizá materiales actualizados: Asegurate de contar con la versión vigente de la Constitución y los códigos (Civil, Comercial, Procesal, etc.), así como de consultar jurisprudencia reciente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
  • Resolvé exámenes anteriores: Esto te da una idea de la metodología de preguntas y te ayuda a identificar tus puntos débiles.

Además, es muy útil formar grupos de estudio: al intercambiar opiniones y debatir cuestiones complejas, se estimula el razonamiento jurídico y la memoria de largo plazo. En la dinámica de grupo, podés asumir el rol de examinador para proponer preguntas a tus compañeros.

Otra táctica valiosa es la técnica de Feynman: explicá cada tema en voz alta, como si enseñaras a otra persona. Si lográs hacerlo con claridad y sin vacilar, significa que realmente entendiste la materia.


No descuides el aspecto mental y físico. Practicá ejercicios de respiración para controlar el estrés y mantené hábitos de sueño regulares. Una mente descansada rinde notablemente mejor en la sala de examen.

Herramientas y recursos de estudio

En la era digital, existe una amplia variedad de plataformas y aplicaciones que potencian la preparación para la prueba fundamental de legislación. Elegir correctamente tus herramientas puede marcar la diferencia.

Para la lectura de normativa, podés usar repositorios oficiales como el sitio del Boletín Oficial de la República Argentina o la web de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ofrecen versiones consolidadas de leyes y sentencias.

También resulta muy práctico incorporar aplicaciones móviles que incluyan bancos de preguntas tipo test, con estadísticas de aciertos y fallos. Algunas plataformas permiten crear mapas mentales y tarjetas de estudio (flashcards) para memorizar artículos y definiciones clave.

Si preferís el formato audiovisual, hay canales especializados en YouTube y servicios de streaming con clases grabadas por profesores de derecho. Estas lecciones suelen estar divididas por módulos, lo que facilita repasar segmentos concretos.

Otra alternativa es inscribirte en cursos presenciales u online impartidos por instituciones reconocidas. Estas capacitaciones ofrecen tutorías personalizadas, foros de discusión y análisis de casos prácticos simulados, lo cual aporta un plus de confianza al momento de rendir.

No olvides los resúmenes y manuales impresos: pueden ser de gran ayuda para repasar antes de la prueba, especialmente durante el trayecto al lugar de examen o en pausas breves. Mantené tus anotaciones organizadas en carpetas o carpetines digitales para acceder rápidamente a la información clave.

Finalmente, el networking con colegas y profesionales del derecho te permite intercambiar materiales nuevos, resolver dudas puntuales y conocer experiencias previas de quienes ya rindieron la evaluación en años anteriores.

Claves para rendir con éxito

Rendir con eficacia la evaluación inicial de normativa no es solo cuestión de conocimiento, sino también de estrategia. A continuación, algunos tips que te ayudarán a maximizar tu desempeño:

Primero, antes de responder cualquier ítem, leé detenidamente todas las alternativas de selección múltiple. A veces la diferencia entre dos opciones parece mínima, pero radica en un detalle fundamental de la norma.

En la sección de desarrollo, estructurá tu respuesta con una breve introducción, el cuerpo argumentativo y una conclusión final. Citá el artículo correspondiente y, si podés, mencioná un fallo judicial ilustrativo. Esto demuestra dominio práctico de la materia.

Si enfrentás un caso práctico, identificalo paso a paso: descripción de los hechos, identificación del problema jurídico, aplicación de la norma y conclusión de la solución. Un buen esquema previo ahorra tiempo y evita omisiones.

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Gestioná tu tiempo: marcá cuánto vas a dedicar a cada bloque y acostumbrate a controlar el reloj. Si tardás demasiado en una pregunta, seguí adelante y volvé más tarde si el tiempo lo permite.

Durante la semana previa, realizá al menos dos simulacros completos con tiempo real. Esto te ayudará a conocer tus ritmos y a ajustar el plan de repaso final.

El día del examen, llegá con antelación al lugar asignado, llevá el documento requerido y los materiales permitidos. Evitá distracciones: desconectá el celular y concentrate desde que ingresás al aula de examen.

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Finalmente, mantené una actitud positiva. Visualizate respondiendo con seguridad y recordá que el esfuerzo invertido en el estudio se traduce en resultados. ¡Con disciplina, planificación y confianza, vas a alcanzar la aprobación!