Contexto y antecedentes de la normativa
En Argentina, la regulación del ámbito laboral ha evolucionado de manera constante para adaptarse a los cambios tecnológicos y a las nuevas formas de comunicación. En este marco, durante 2025 se sancionó una disposición legal de restricción de celulares en determinadas áreas y actividades, con el objetivo de garantizar la seguridad y la productividad en el entorno de trabajo.
Esta reglamentación que limita los dispositivos personales en el ámbito laboral surge como complemento de la Ley de Contrato de Trabajo Nº 20.744 y de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley 27.348), así como de diversas resoluciones del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. El propósito principal es establecer pautas claras para el uso —o prohibición— de teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos en puestos de trabajo que requieran atención especializada, manejo de maquinaria peligrosa o actividades de alta concentración.
Aunque en años anteriores existían recomendaciones internas y políticas empresarias para el uso controlado de celulares, la normativa sobre uso de teléfonos móviles de 2025 introduce sanciones específicas y mecanismos de supervisión, lo que representa un avance significativo en materia de prevención de accidentes laborales y de protección de la información sensible.
Es importante destacar que no se trata de una prohibición absoluta para todo tipo de tareas: la regulación establece áreas críticas donde el uso está vedado y otras zonas de descanso o espacios comunes donde se permite la comunicación mediante dispositivos móviles.
En este apartado inicial ya hemos respondido a la pregunta central: ¿en qué consiste la ley que prohibe el uso de celulares en el trabajo? Se trata de una norma argentina que delimita, bajo parámetros de seguridad y eficiencia, los sectores laborales en los que no está autorizado el uso de teléfonos celulares y gadgets de comunicación durante el desempeño de funciones esenciales.
Aspectos clave de la prohibición de teléfonos móviles en el ámbito laboral
Para comprender a fondo las implicancias de esta regulación para restringir dispositivos móviles, resulta necesario desglosar sus puntos más relevantes. A continuación, presentamos los elementos esenciales que toda empresa debe conocer y aplicar.
- Ámbito de aplicación: No todas las tareas están alcanzadas por la norma. Se focaliza en actividades de riesgo, en la manipulación de maquinaria pesada, en espacios donde puede haber incendio o explosión, y en puestos de atención al público donde la distracción genere perjuicios.
- Zonas prohibidas: Se especifican las áreas de producción, mantenimiento, tratamiento de sustancias peligrosas y transporte interno de cargas.
- Excepciones y permisos: El texto legal prevé situaciones en las que ciertos empleados pueden solicitar autorización previa y autorización documental para llevar el dispositivo consigo.
- Comunicación interna: Las empresas deben delinear protocolos de emergencia y canales alternativos de contacto que sustituyan la comunicación a través de teléfono móvil.
- Sanciones y penalidades: Desde apercibimientos hasta multas económicas e incluso suspensión de tareas, según la falta cometida y la reiteración de la infracción.
Otro punto sobresaliente es que la disposición sobre restricción de celulares no solo apunta a la seguridad física de los trabajadores, sino también a la seguridad de la información. Empresas de sectores sensibles, como defensa, tecnología o sectores financieros, deben evitar fugas de datos causadas por fotografías, videos o grabaciones no autorizadas.
Además, la normativa indica la obligatoriedad de colocar señalética y cartelería en las áreas prohibidas, informando de manera clara y visible la prohibición del uso de dispositivos personales. Esto garantiza que el trabajador esté consciente de la regla antes de ingresar a las zonas impactadas.
Medidas prácticas para implementar la restricción de móviles
Adoptar una política integral de control de celulares en el trabajo requiere un enfoque organizado y sistemático. A continuación, se detallan acciones concretas que las empresas pueden poner en marcha:
- Diagnóstico inicial: Evaluación de procesos, identificación de áreas de riesgo y detección de puntos críticos donde la distracción puede derivar en accidentes o errores.
- Desarrollo de protocolo interno: Redacción del documento que establezca las condiciones de la restricción, los roles responsables, los pasos para solicitar excepciones y los procedimientos de supervisión.
- Instalación de lockers o espacios seguros: Ubicados en la entrada de las áreas críticas, donde los empleados puedan depositar sus celulares con tranquilidad y seguridad.
- Señalética visible: Carteles y avisos en todos los accesos a las zonas donde está vedado el uso de teléfonos, con pictogramas sencillos y mensajes claros.
- Capacitación inicial para colaboradores: Talleres y charlas donde se expliquen los fundamentos de la prohibición, sus alcances legales y la importancia de cumplirla para la seguridad colectiva.
- Verificación de cumplimiento: Designar supervisores o delegados de seguridad encargados de realizar inspecciones periódicas y levantar reportes de incidentes de no cumplimiento.
Adicionalmente, se sugiere utilizar tecnologías de bloqueo en caso de entornos de alta seguridad, como inhibidores de señal autorizados por la Secretaría de Comunicaciones. Sin embargo, su uso debe ser acorde a la regulación que regula la radiodifusión y las telecomunicaciones en Argentina, para no infringir leyes complementarias.
La adopción de estas medidas no solo protege a los trabajadores y a la empresa, sino que también refuerza una cultura organizacional basada en la responsabilidad y la prevención de riesgos.
Capacitación y comunicación interna efectivas
Implementar la norma sin un plan de formación continua puede derivar en confusiones y en incumplimientos involuntarios. Por eso, resulta fundamental diseñar un programa de capacitación que contemple:
Módulo 1: Aspectos legales y regulatorios. En este bloque, se explican los fundamentos de la normativa y las consecuencias del incumplimiento. Se recomienda contar con el respaldo de un especialista en derecho laboral.
Módulo 2: Riesgos y casos prácticos. Exponer situaciones reales de accidentes, incidentes de seguridad o fugas de información, para evidenciar cómo la distracción derivada del uso de celulares puede afectar el resultado final.
Módulo 3: Procedimientos internos. Instrucciones para el depósito de dispositivos, para la solicitud de pases temporales y para la actuación en caso de emergencia donde el teléfono móvil resulte imprescindible.
Asimismo, se aconseja utilizar herramientas de comunicación interna —intranet, newsletters, cartelería digital— para recordar periódicamente las reglas de la restricción de móviles en el entorno laboral. Un recordatorio mensual ayuda a mantener alerta y evita que la norma se vuelva obsoleta en la memoria colectiva de la organización.
En paralelo, es clave habilitar un canal de consultas (vía correo electrónico o sistema de tickets) donde los empleados puedan evacuar dudas y solicitar autorizaciones especiales. Esto demuestra transparencia y genera confianza, ya que los trabajadores sentirán respaldo y claridad sobre cuándo y cómo pueden requerir excepciones.
Monitoreo, sanciones y buenas prácticas
La fase final del proceso consiste en establecer mecanismos de monitoreo efectivo y aplicar un régimen de sanciones coherente con la legislación argentina. Algunos aspectos a considerar:
- Registro de incumplimientos: Llevar un libro digital o físico donde se detalle la fecha, el trabajador involucrado, la zona afectada y la infracción cometida.
- Gradualidad en las sanciones: Amonestación verbal, apercibimiento por escrito, suspensión temporal de tareas y, en casos extremos, rescisión contractual. Todo debe estar alineado con el artículo 80 de la Ley de Contrato de Trabajo y con el Estatuto del Personal Jerárquico de la administración pública (si aplica).
- Feedback y corrección: Para cada falta, brindar retroalimentación y un plan de acción correctivo. Esto facilita la mejora continua y reduce la reincidencia.
- Indicadores de seguimiento: Porcentaje de inspectores que realizan controles, tasa de incumplimiento mensual y número de incidentes vinculados a distracciones. Estos indicadores sirven para ajustar la política y reforzar los puntos débiles.
Finalmente, se recomienda difundir las mejores prácticas que surjan tras los primeros meses de aplicación: historias de éxito, reducciones de accidentes y mejoras en la productividad. Compartir estos logros con todo el equipo no solo motiva el cumplimiento, sino que también sensibiliza sobre la relevancia de una adecuada gestión de dispositivos en el trabajo.
Al adoptar un enfoque integral que combine el diseño de políticas claras, la capacitación, la señalética y la supervisión constante, las empresas argentinas podrán cumplir a rajatabla con la normativa vigente y fortalecer su compromiso con la seguridad laboral y la eficiencia operacional.