Leyes que rigen la contabilidad: normas y obligaciones clave

leyes que rigen la contabilidad

Marco normativo de la contabilidad argentina: fundamentos legales

En 2025, el marco regulatorio contable en la Argentina se sostiene sobre un entramado de leyes, decretos y resoluciones que definen cómo deben registrarse, presentarse y auditarse los hechos económicos de todo tipo de entidades. Este entramado incorpora tanto normas de alcance general –aplicables a sociedades comerciales, civiles y fundaciones– como estándares profesionales dictados por órganos de contralor y asociaciones de contadores.

La legislación contable nacional incluye el Código Civil y Comercial de la Nación, la Ley de Sociedades (Ley 19.550 y sus modificaciones) y las resoluciones emanadas de la Inspección General de Justicia (IGJ) o del resto de los registros públicos provinciales. Además, la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE) emite las Normas Profesionales de Auditoría y las Normas Técnicas de Contabilidad que complementan los requisitos formales.

En paralelo, la CNV (Comisión Nacional de Valores) regula los informes financieros de las sociedades anónimas que cotizan en bolsas de valores. Estas entidades deben aplicar las Normas Internacionales de Información Financiera (“NIIF” o “IFRS”) convertidas al ordenamiento local. A su vez, organismos como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) establecen exigencias fiscales específicas que condicionan la estructura de los libros y registros.

Otro pilar esencial es la resolución técnica RN 174 y la RN 2429, ambas de la FACPCE, que precisan criterios de valuación y revelación de activos, pasivos, patrimonio neto e información relacionada con la performance financiera. Estas resoluciones ayudan a armonizar prácticas contables en todo el territorio nacional, evitando disparidades entre jurisdicciones y promoviendo la transparencia.

Sobre este entramado, se montan las prácticas contables que cada profesional o área financiera debe adoptar, para asegurar que los estados contables sean fiables, comparables en el tiempo y conformes a la normativa vigente. El cumplimiento de este cuerpo legal garantiza el acceso a financiamiento, la fiscalización adecuada y la confianza de inversores y analistas.

En definitiva, el sistema legal que regula la contabilidad argentina en 2025 es un conjunto articulado de leyes nacionales, normas profesionales y estándares internacionales incorporados, que define la forma y el fondo de la información financiera. Conocer este entramado es clave para quienes desempeñan funciones de contabilidad, auditoría, fiscalización o consultoría financiera.

Obligaciones y registros contables obligatorios

La obligatoriedad de llevar libros contables está consagrada en diversas normativas. Según la Ley de Sociedades y el Código Comercial, todas las empresas deben asentar apuntes cronológicos de sus operaciones y conservarlos por plazos mínimos establecidos. Esto alcanza tanto a sociedades de capital como a entidades unipersonales y asociaciones civiles.

Entre los registros fundamentales se destacan:

  • Libro Diario: Asientos cronológicos de cada operación económica.
  • Libro Mayor: Desglose de saldos por cuentas contables.
  • Libro de Inventarios y Balances: Estados patrimoniales y resultados al cierre de ejercicio.
  • Registro de Actas: Decisiones societarias en asambleas y directorios.
  • Registro de Accionistas o Socios: Titularidad y movimientos de participaciones.

Además, la AFIP exige la implementación de sistemas electrónicos para emitir comprobantes fiscales (factura electrónica, remitos digitales) y para el registro de compras y ventas a través de Libros Digitales. Estas herramientas electrónicas optimizan el control impositivo y reducen el riesgo de errores manuales.

Es indispensable que los registros contables sean fechados, foliados y refrendados por un profesional matriculado. La FACPCE y los colegios profesionales provinciales auditan periódicamente la correcta llevanza de libros y pueden intimar correcciones en caso de irregularidades.

Por fuera de los libros tradicionales, las empresas de más alto volumen o complejidad deben informar al Banco Central y a organismos de contralor sectorial, presentando estados contables mensuales, trimestrales o semestrales según corresponda. El incumplimiento de estas obligaciones genera sanciones de diversa magnitud.

Principales normas profesionales y estándares aplicables

La práctica contable argentina se apoya fuertemente en las Normas Técnicas de Contabilidad emitidas por la FACPCE. Estas normas internas buscan alinear la información financiera con las NIIF adoptadas por la CNV para entidades que participan en el mercado de capitales. Existen versiones específicas para PYMES, microempresas y cooperativas.

Entre las normas profesionales más relevantes figuran:

  • RT 21: Información a revelar sobre transacciones con partes vinculadas.
  • RT 32: Presentación de estados financieros consolidados.
  • RT 37: Reconocimiento y medición de instrumentos financieros.
  • RT 45: Contratos de construcción y políticas de reconocimiento de ingresos.
Quizás también te interese:  Ley que prohibe contratar familiares: guía práctica para empresas

Sumado a esto, el Consejo Emisor de Normas de Auditoría (CENA) de la FACPCE señala los procedimientos y procedimientos para llevar a cabo revisiones contables y auditorías externas. Estas normativas definen, por ejemplo, cómo se evalúa el control interno, la materialidad, la evidencia de auditoría y la comunicación de hallazgos al órgano de gobierno.

La AFIP, por su parte, complementa con requerimientos fiscales: el Registro de Compras y Ventas electrónico, la presentación de declaraciones juradas de IVA, Ganancias e Ingresos Brutos (según jurisdicción), y la carga mensual del Libro de Sueldos Digital. Cada uno de estos instrumentos está normado por resoluciones generales que actualizan formatos y períodos de presentación.

Para las entidades que operan en el mercado de capitales, la CNV exige informes trimestrales y anuales basados en estándares IFRS completos, con notas explicativas, estados de flujo de efectivo y cuadros comparativos de periodo. Asimismo, las sociedades de bolsa, organismos de inversión colectiva y fideicomisos financieros deben regirse por reglamentaciones específicas de la CNV y de la Unidad de Información Financiera (UIF).


Especial atención merecen las actualizaciones tecnológicas en software de gestión contable y los módulos de conciliación bancaria, que agilizan la emisión de reportes y permiten mayor fiabilidad en los cierres contables. Los profesionales deben evaluar periódicamente la adecuación de sus herramientas y capacitarse en los cambios normativos.

Sanciones y consecuencias por incumplimientos

Cuando no se cumple con la normativa contable, las empresas y sus responsables enfrentan multas, inhabilitaciones y hasta acciones penales. Los órganos de contralor (IGJ, CNV, AFIP) cuentan con facultades para intimar ajustes, clausurar registros y aplicar sanciones pecuniarias.

Entre las consecuencias más frecuentes se encuentran:

1. Multas y recargos: Oscilan según la gravedad y la reiteración de las faltas. Pueden aplicarse por no presentar balances, por llevar libros fuera de término o por emitir comprobantes no autorizados.

2. Inhabilitación: De matrícula profesional al contador responsable o de personería jurídica a la sociedad. En casos graves, la entidad puede quedar imposibilitada para operar.

3. Sanciones penales: Si se comprueba defraudación contra el fisco o existencia de documentación adulterada, pueden promoverse causas penales contra directores, síndicos o apoderados.

Más allá de las multas oficiales, la falta de transparencia contable afecta la reputación corporativa y genera desconfianza en inversores y entidades financieras. El acceso al crédito bancario o a líneas de financiamiento oficiales suele negarse ante antecedentes de incumplimiento.

Tendencias y actualizaciones en el régimen contable argentino

En el contexto de 2025, la digitalización y la incorporación de tecnologías como blockchain y la inteligencia artificial se consolidan como ejes de mejora en la contabilidad. Estos avances permiten automatizar procesos de conciliación bancaria, elaborar reportes en tiempo real y fortalecer los controles internos.

Por un lado, la imposición de la Factura Electrónica y los Registros Digitales de AFIP han reducido la carga administrativa y han mejorado la fiscalización en línea. Por otro, surgen proyectos piloto para integrar libros contables descentralizados, lo que aumentaría la inmutabilidad de los asientos y simplificaría auditorías remotas.

Las actualizaciones normativas previstas incluyen:

  • Incorporación de la NIIF para PYMES versión 2024, adaptada a la realidad micro y mediana de Argentina.
  • Reglamentación de informes ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) para grandes empresas y emisores de deuda.
  • Reorganización del régimen de Ingresos Brutos con criterios de determinación basados en información contable electrónica.

En paralelo, los colegios profesionales refuerzan la formación continua: cursos de actualización en normas de auditoría, servicios de consultoría para la implementación de sistemas integrados (ERP) y talleres sobre nuevas exigencias de la UIF en materia de prevención de lavado de activos.

Quizás también te interese:  ¿Qué es una ley interpretativa? Definición y ejemplos prácticos

Finalmente, la colaboración público-privada promueve la creación de repositorios normativos unificados, donde los contadores pueden acceder en línea a la legislación vigente, las resoluciones técnicas y las circulares de AFIP y CNV. De esta manera, se potencia la uniformidad de criterios y se facilita el cumplimiento normativo en todo el país.